|
|
|
 |
Amor tan grande,
profundo y sublime,
es el amor
de mi Creador.
No hay nada en el mundo
que pueda igualarse
al tierno amor
de mi buen Jesús.
Dios de amor. ¡Oh, Dios de amor!
Sólo eres tú el Dios de amor.
No hay otro Dios fuera de ti.
Fuera de ti, para mí, no hay amor.
Él sólo nos ama,
nos comprende y nos guarda
de todos los males
que existen aquí.
Por eso le adoro
con toda mi alma,
porque nos ha dado,
el Señor, dulce calma.
|
 |

 
|

|